La ciudad de Alepo, ya devastada por la guerra y sus secuelas, sufrió un terrible terremoto de magnitud 7,8 el 6 de febrero a las 04:17 hora local. En Alepo, la situación ya era extremadamente difícil: más de una cuarta parte de la población estaba desplazada y un gran número de personas vivía ya en graves dificultades económicas. Muchas familias no podían comprar artículos de primera necesidad para sus hijos y los ancianos se veían obligados, dadas las circunstancias, a vivir solos. A estos dramas económicos y sociales se sumó la emergencia provocada por el terremoto que afectó a la población del norte de Siria.
Muchos edificios han resultado dañados o destruidos. Hay que hacer frente a la situación de emergencia de quienes se han quedado sin hogar. Todavía hay muchas familias viviendo en la calle, en tiendas de campaña, a la espera de que sus casas sean renovadas o al menos consideradas habitables. Muchos niños se ven obligados a trabajar en lugar de ir a la escuela… La situación humanitaria es aún más grave con la situación de las sanciones internacionales. Se supone que las sanciones actuales contra Siria, introducidas en 2011, están diseñadas para no obstaculizar la entrega de ayuda humanitaria, pero como consecuencia de ellas, la exportación de alimentos, medicamentos y equipos médicos sigue siendo muy difícil.
El mundo Marista se ha unido para ayudar a Siria a afrontar y superar esta nueva emergencia. A día de hoy, FMSI y la ONGD SED han recogido aportaciones económicas de todo el mundo por un total de 816.557 €, provenientes de más de 2.500 donantes, tanto personas físicas como jurídicas. Los primeros fondos enviados ya han sido utilizados por los Maristas Azules de Alepo para prestar primeros auxilios a la población afectada tras las primeras consecuencias del terremoto, cubriendo las necesidades más urgentes como proporcionar comidas calientes, material de aseo e higiene personal, colchones, mantas y combustible para la calefacción.
El resto de los fondos recaudados se está empleando para afrontar las consecuencias a medio y largo plazo e intentar recuperar la normalidad tras la catástrofe sufrida. Algunas de las iniciativas que se han puesto en marcha son:
- Contribuir al pago de alquileres de viviendas durante 1 año a familias que han perdido su vivienda.
- Colaboración económica para ayudar a sufragar costes de rehabilitación de viviendas que han sufrido desperfectos.
- Colaborar en macroproyectos de reactivación económica, que permitan sobre todo a los jóvenes emprender negocios.
- Contribuir a reforzar la atención psicológica con gran parte de la población afectada.
La red de 155 voluntarios, chicos y chicas de Alepo, cristianos y musulmanes es el corazón palpitante de la maquinaria organizativa Marista: un equipo de educadores y trabajadores sociales comprometidos en 14 proyectos que llegan a las zonas más pobres y vulnerables de Alepo. El 2 de marzo se reanudó el proyecto “Quiero aprender”, un programa educativo para 120 niños de entre 3 y 5 años. Además, se sigue manteniendo la entrega de paquetes de alimentos a más de 1000 familias que han perdido todo, la distribución de leche en polvo a más de 3000 niños, la entrega a domicilio de 250 comidas calientes para los ancianos que se quedaron solos, los programas de resiliencia a más de 500 niños, niñas y jóvenes. El aporte de los Maristas Azules de Alepo es enorme.
Gracias a todos y todas por su ayuda y apoyo.
En nombre de FMSI y SED una invitación a seguir desarrollando una cultura de solidaridad como expresión de la familia carismática mundial, no sólo en estos momentos dramáticos que despiertan la conciencia colectiva, sino siempre.
Mientras haya una sola persona que necesite nuestra ayuda.
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Andrea Rossi – Director General de FMSI
Luis Naranjo Ramos – Director General de SED