La crisis de la COVID-19 ha tenido consecuencias desastrosas en muchos lugares del mundo, especialmente allí donde contaban con menos recursos para hacer frente a la pandemia. En Guatemala, el programa con el que trabaja SED de Futuro Vivo en Samac (Alta Verapaz), pudo mantener sus puertas abiertas, adaptando las actividades para no dar pasos atrás en un contexto donde se incrementó exponencialmente la vulneración de derechos humanos entre las comunidades indígenas.
Siguiendo la amplia tradición de colaboración con la que SED cuenta en esta zona de Guatemala, en el 2020 se inició un proyecto educativo en la zona con el objetivo de mejorar el desarrollo social de la infancia y las mujeres indígenas de 12 comunidades rurales, en las áreas de educación, nutrición, salud y participación. Todo con enfoque de género a través del fortalecimiento de las actividades formativas e infraestructuras de Futuro Vivo. Esto fue posible gracias a la financiación de la Comunidad de Madrid con 68.031€ y la Diputación de Guadalajara con 19.951€. En el 2021 por su parte, se puso en marcha otro proyecto, también en línea con el anterior, financiado por la Comunidad de Madrid con 87.127€ y la ONGD SED 14.227 € respectivamente.
Por una parte, los proyectos han garantizado una educación de calidad accesible y gratuita para la infancia de entre 3 y 12 años, con la construcción de 4 aulas para completar la etapa de primaria en Samac. Gracias al proyecto del 2020, se pudo poner en marcha protocolos de seguridad y prevención de la COVID en las instalaciones de Futuro Vivo, lo que permitió reabrir la escuela con todas las medidas de seguridad en enero del 2021, tras un periodo de cierre de 9 meses y así atender a 35 niños y 65 niñas de infantil y primaria a través de un modelo hibrido de enseñanza semi-presencial.
También se ha repartido material escolar, uniformes y kits de prevención de la COVID-19 a niños y niñas en situación de vulnerabilidad, para asegurar su retorno a la escuela. Se espera poder repartir otros 200 kits a niños y niñas de otras escuelas públicas de la zona, cuando estas reabran se espera en enero 2022. Futuro Vivo ha sido la única escuela de la zona que ha podido, durante este tiempo, ofrecer enseñanza, así como actividades de formación y servicios a la comunidad (médicos, asesoramiento, etc..).
Desde que comenzara la pandemia, el programa Futuro Vivo ha confirmado un repunte de los casos de abusos físicos y sexuales contra la infancia, por lo que se ha estado realizando visitas domiciliarias por parte de la enfermera y el personal para detectar situaciones de riesgos en el entorno familiar, acompañarlos y asesóralos. Se espera que, en los próximos meses, sea posible comenzar con talleres específicos dirigidos a la infancia para prevención de la violencia y los abusos.
“Guatemala es un país cultural e históricamente patriarcal que subordina a las mujeres en todos los ámbitos de la vida, económico, político, familiar, religioso… y aunque se da en todos los ámbitos y estratos sociales, las mujeres pobres y las mujeres pobres indígenas del ámbito rural lo sufren doblemente. Una situación, además, que se ha venido agravando con la pandemia y el confinamiento” – Sabina Almonte (Coordinadora de proyectos de Futuro Vivo)
También se ha podido seguir con la atención medica en la Clínica de Futuro Vivo, sobre todo enfocada a la nutrición, dado el mayor número de niños y niñas que presentan bajo peso-talla desde que comenzara la pandemia, como consecuencia del incremento de la pobreza y la perdida de medios de subsistencia de los hogares. Situación que se agudizó tras el paso del Ciclón ETA que afecto directamente a 1200 personas en 3 comunidades de la zona. En el marco del proyecto se reactivó el programa de huertos sostenibles y se amplió la cobertura para incorporar a 79 familias que habían perdido sus cultivos.
Ahora, en enero 2022, se inaugurará el nuevo salón de formación, que ampliará las oportunidades de aprendizaje de la comunidad al disponer de un espacio para impartir talleres y cursos para hasta 100 personas y una sala TIC equipada, lo que favorecerá las competencias digitales y la educación a distancia, sobre todo de las personas jóvenes indígenas. Como novedad, durante el 2021 se ha estado integrando tanto en las tutorías personalizadas como en los grupos de alfabetización de mujeres, el uso de las tablets, siendo la primera vez para muchos y muchas.
En general, la acción de SED en Guatemala y más concretamente en Samac, ha buscado mitigar los impactos sociales sobre las mujeres y no dar pasos atrás hacia su empoderamiento, en un contexto bastante hostil, donde está demostrado que se han incrementado los casos de violencia de género y el número de feminicidios en un 31% durante el 2021.
“Más de 190 denuncias diarias interpuestas por parte de mujeres y niñas adolescentes, siendo solo 1 de cada 5 las que llegan a denunciar… para que nos hagamos una idea de la dimensión del abuso en el hogar.
El feminicidio ha aumentado en el 2021 de una manera escandalosa. Un dato curioso y doloroso: a fecha de 22 de enero ya había 28 feminicidios en este país. La pandemia ha venido a confirmar una realidad que duele y que asusta, porque para nuestras mujeres, nuestras niñas y adolescentes, el hogar sigue siendo hoy por hoy el lugar más peligroso para vivir” – Sabina Almonte
Por estas razones, se retomaron los grupos de alfabetización de mujeres indígenas a través del programa de CONALFA con 37 mujeres y se han desarrollado más de 20 charlas y talleres enfocados hacia los derechos de las mujeres, prevención de la violencia, salud, nutrición y salud sexual reproductiva. Con los hombres se han trabajado más de 6 talleres de nuevas masculinidades para replantear las relaciones de género desde el respeto, la igualdad y el marco de derechos humanos.
Miriam Lyle García | Técnica de proyectos SED Ibérica