La ONGD SED en colaboración con la Editorial Luis Vives ha desarrollando del 1 al 16 de julio de 2014, el primer Campo de Trabajo para personal voluntario de esta editorial en el Colegio Nuestra Buena Madre Maristas Edelvives de Ashalaja, en Accra (Ghana).
Antonio Tejedor
Un grupo de seis voluntarios y voluntarias, María José Ruiz, María Campos, David Trenado, Belén Rojano, Beatriz de la Banda y Antonio Tejedor han realizado esta primera experiencia de voluntariado corporativo de EDELVIVES en el colegio OUR GOOD MOTHER SCHOOL MARIST EDELVIVES de Ashalaja, cercano a Accra.
Durante 15 días hemos ido realizando numerosas actividades escolares y de animación con los 146 alumnos y alumnas de Infantil y 1º de Primaria que en la actualidad tiene el nuevo colegio que abrió sus puertas hace menos de un año.
El colegio se encuentra en los alrededores de Accra, pero el desplazamiento hasta él suponía casi una hora de transporte en la que pasábamos por todos las situaciones: 20 minutos de autovía más o menos colapsada, 20 minutos de carretera local con algún que otro bache y… “la batidora” es decir 20 minutos de baches enormes que servían para que nuestras ideas y neuronas se espabilaran de manera inusualmente brusca. En algunos baches veías sumergirse al coche que iba delante y lo perdías de vista hasta que salía del bache otra vez. ¡Esto es África!
En el colegio pasábamos todo el día desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde que terminaban las clases. Realizábamos actividades de apoyo escolar con los las diversas clases: dos de guardería (3-4 años) dos de jardín de infancia (4-5 años) y una de 1º de Primaria (6 años). Al principio tanto los alumnos como las profesoras nos miraban con un poco de recelo… ¡Éramos Brunís (blancos)! Pero enseguida el recelo se cambió en acogida, cercanía y cariño por parte de todos y todas y la experiencia fue entrañable.
Pasamos ratos encantadores jugando al paracaídas, haciendo animalitos de plastilina, cantando canciones, grabando vídeos, jugando al pañuelo, contando cuentos, haciendo pulseras… y muchas actividades más que tanto a ellos como a nosotros nos ayudaron a crecer como personas que comparten y aman al hermano sea cual sea el color de su piel porque el corazón no entiende de colores.
Lo malo fue la despedida. ¡Todos llorando! ¡Qué cuadro! Pero es que han sido muchos momentos compartidos y todos esos sentimientos por lo que habíamos vivido en esos días se nos vinieron encima y de qué manera. ¡No os vayáis! ¡Esperad un poquito! ¡Volved pronto, por favor!
Quisiera tener también un recuerdo especial para los Hermanos Paul, Pascal y Sebastian (nuestro fiel conductor) por el cariño y la cercanía con que nos acogieron y la multitud de detalles con que intentaron hacernos la experiencia agradable a pesar de las mosquitas. ¡Lo conseguisteis… y por goleada, nunca mejor dicho! ¡Muchas gracias Hermanos! Y también nuestro agradecimiento especial a las dos voluntarias: Paloma y Laura por todas vuestras atenciones de estos días.
En definitiva una experiencia entrañable e inolvidable para los que hemos tenido la suerte de vivirla y que esperamos que cada año se repita y se aumente a medida que el colegio vaya creciendo. ¡MUCHAS GRACIAS a SED y EDELVIVES por poner en marcha esta nueva experiencia de Voluntariado corporativo en África.