Carta de Alepo Nº48 escrita por Nabil Amtaki
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Queridos amigos,
Los Maristas Azules están de luto; la mayor de nuestro grupo, Marguerite També, falleció repentinamente el miércoles 31 de enero.
A sus 92 años, Margot estaba muy activa, venía todos los días a nuestros locales de la residencia de los Hermanos, dirigía el proyecto “Desarrollo de la mujer”, ordenaba y distribuía la ropa usada que recibíamos, escuchaba a nuestros voluntarios, les contaba su vida y les compartía su experiencia. Margot ha estado con nosotros desde que empezamos, en 1986, este camino de solidaridad con los más desfavorecidos. Dejará un gran vacío en nuestros corazones y en la vida de miles de personas en Alepo.
Hemos dudado durante mucho tiempo antes de escribir esta carta. Nos parecía indecente hablarles de nuestra situación en Alepo mientras no muy lejos de nosotros se está produciendo un drama, una de las peores tragedias de la historia.
Decenas de miles de bombas lanzadas sobre una pequeña zona con la mayor densidad de población del mundo; decenas de miles de víctimas civiles (27.000 muertos hasta ahora), la mayoría niños y mujeres; no hay una sola familia que no haya perdido a uno o más miembros; 1.900.000 desplazados de una población de 2.200.000 habitantes, la mayoría de los cuales ya estaban en esa
situación; la mayoría de los hospitales e instalaciones médicas han quedado inoperativos; los medicamentos, el agua, la electricidad y los alimentos se suministran a cuentagotas; los palestinos
de Gaza están sufriendo como nadie.
Y todo sigue igual, a pesar de la condena de los gobiernos del mundo, a pesar de las incesantes peticiones del Secretario general de las Naciones Unidas, UNICEF, la OMS, Médicos sin Fronteras y
Human Right Watch para que cesen los actos de guerra y se permita el paso de la ayuda humanitaria.
Lo único positivo de esta tragedia es que ha puesto la cuestión palestina sobre la mesa y que todos los gobiernos, especialmente las grandes potencias, vuelven a hablar de la solución de los dos
Estados, cuando, a pesar de estar convencidos de que es la única solución posible, no han hecho nada para aplicarla durante 20 años, permitiendo que continúe la colonización de los territorios
palestinos ocupados e impidiendo la creación de un Estado palestino viable.
Aquí en Alepo, todo el mundo se solidariza con los palestinos y, al menos, están indignados por las atrocidades que se cometen contra ellos. Casi todas las conversaciones de los alepinos, sus
mensajes de WhatsApp, sus publicaciones en Facebook giran en torno a esta tragedia.
Bueno, no solo; la situación económica y la vida cotidiana en Siria, y en particular en Alepo, también están en boca de todos, ya que vamos de mal en peor.
Los precios aumentan cada día mientras baja el valor de la moneda nacional; el coste de la vida, ya de por sí insoportable, sigue subiendo a cotas sin precedentes, con el resultado de que el 90% de
las familias viven por debajo del umbral de la pobreza y no pueden llegar a fin de mes. El Estado, que ya no dispone de recursos financieros suficientes, no es capaz de subvencionar como antes
productos esenciales como el pan, la gasolina o el gasóleo de calefacción, lo que contribuye al aumento de la inflación.
¡Y pensar que antes de 2011, el país era próspero y la pobreza muy baja!
La escasez es cada vez mayor; muchos productos están racionados; la electricidad solo se suministra durante 2 horas al día. La gente sufre; ¡basta pensar en el frío invierno con temperaturas
de 4-5 grados y sin medios de calefacción!
Durante los años de guerra, la vida en Alepo era peligrosa. En los últimos 6 años, se ha vuelto cada vez más difícil, incluso intolerable. El movimiento migratorio está creciendo, sobre todo
últimamente, con una nueva oportunidad que Canadá ofrece. Algunos de los mejores gestores que teníamos entre los Maristas azules ya se han ido, mientras que otros esperan sus visados para
marcharse.
¿Qué podemos decir a los que, desesperados y con la paciencia agotada, vienen a pedirnos consejo para marcharse? ¿O a los que, habiendo obtenido su visado, vienen a despedirse? Sólo nos queda
desearles buena suerte.
Ante el gran sufrimiento que padece la población de Alepo, nosotros, los Maristas Azules, sentimos que nuestra contribución para aliviarlo es aún más esencial que nunca.
NUESTRAS CONTRIBUCIONES
Permitidme que os dé algunos ejemplos:
Nuestro programa “Gota de Leche” cubre las necesidades mensuales de leche de 2.100 niños. El precio de la ración mensual de leche para lactantes (720.000 LS) es más elevado que el salario
mensual atribuido al Papa (salario medio 400.000 LS).
Recientemente hemos recibido una importante donación en especie de una organización benéfica francesa: pañales para bebés. El coste mensual de los pañales necesarios para un bebé (200.000 LS fabricados localmente) equivale a ¡la mitad del sueldo del Papa! Nuestro proyecto “Pañales para bebés” ayuda a 600 familias cada mes.
Nuestro proyecto “LED”, que consiste en instalar una batería, un inversor y luces LED en las casas de más de 200 ancianos o familias numerosas, les ha permitido dejar de vivir a oscuras tras la
puesta de sol. Los beneficiarios no tienen medios para pagar una modesta cuota mensual a un generador privado (400.000 LS al mes), que les proporcionaría un poco de electricidad para
encender unas cuantas bombillas.
Las “Cestas de alimentos” que distribuimos a 1.100 familias cada mes son para ellos una fuente de alegría. El precio (400.000 LS) de cada cesta alivia los gastos de supervivencia de cada familia; las agencias de la ONU consideran que el 56% de las familias sirias padecen inseguridad alimentaria.
Por último, para concluir esta serie de ejemplos, nuestro programa de “Apoyo escolar” contribuye a sufragar los gastos de escolarización, transporte escolar y clases de apoyo a más de un centenar de alumnos y estudiantes.
NUESTROS PROYECTOS
Todos nuestros otros proyectos siguen su curso normal.
Nuestros programas educativos: “Quiero Aprender” para la instrucción y educación de 120 niños de 3 a 6 años, “Semillas” para el apoyo psicosocial de 450 niños y adolescentes; “Corte y Confección” para la enseñanza de costura a 20 participantes en cada sesión trimestral.
Nuestros programas de ayuda: “Alquileres” para ayudar a 120 familias desplazadas a encontrar alojamiento; “Ayuda Médica” para tratar a unos 150 enfermos cada mes; “Pan Compartido” para
proporcionar una comida caliente diaria a 260 ancianos que no tienen a nadie en Alepo.
Nuestros programas de desarrollo: El “MIT” nuestro centro de formación para adultos con 2 sesiones de 12 horas cada mes; el programa “Microproyectos” que enseña a las personas a elaborar
su propio proyecto y financia unos cincuenta proyectos cada año; ·Formación Profesional” que tiene actualmente 2 módulos de 20 aprendices cada uno que aprenden un oficio durante 2 años; el
proyecto “Desarrollo de la Mujer” para sesiones de 3 meses cada una, y finalmente, el último pero no el menos importante: “Hecho a mano” que, con sus 16 costureras, crea ropa muy especial para
mujeres a partir de retales.
Este año, más que en los anteriores, estamos haciendo todo lo posible por formar a los miembros de los Maristas Azules, especialmente a los directores de los proyectos.
Para los nuevos voluntarios, tenemos un ciclo de tres sesiones de formación: los Maristas- los Maristas Azules- la Solidaridad.
Para los miembros más antiguos, tenemos una formación sobre el terreno, compartiendo las actividades llevadas a cabo en los otros proyectos.
Para los directores de los proyectos: por una parte, reuniones regulares para reflexionar juntos sobre el impacto de los proyectos en los voluntarios y los beneficiarios, sobre la coherencia entre
nuestros valores y nuestras acciones, sobre el estado actual de los Maristas Azules y su futuro; y por otra parte, sesiones de formación, locales o con los Maristas del Líbano o de España. La última
sesión de formación de 3 días completos acaba de terminar con la participación de todos los directores de los proyectos bajo la dirección de dos formadores libaneses de la asociación Waznat.
Estamos haciendo lo mejor que podemos llevando a veces al límite nuestras capacidades humanas y materiales, para ayudar, aliviar, educar, formar, desarrollar y sembrar un poco de esperanza en
este contexto de sufrimiento que arrastra hacia el pesimismo y la desesperación.
Finalmente, queridos amigos, os pedimos que recéis por:
Nosotros, los Maristas Azules, para que Dios nos ayude a continuar nuestra misión;
Por los sirios que sufren y que no ven ninguna luz en el horizonte ni al final del túnel;
Por el pueblo de Gaza, para que cese la masacre;
Por todos los palestinos, para que por fin se reconozcan sus derechos, termine la ocupación y puedan vivir en su propio Estado.
Por toda la región de Oriente Próximo y Oriente Medio, que, como un polvorín, puede explotar en cualquier momento.
Lunes 5 de febrero de 2024
Dr. Nabil Antaki | Maristas Azules