Comienza una nueva etapa en la ONGD SED. Tras 8 años de compromiso y servicio en la dirección de la entidad, el Hermano Javier Salazar Celis ha concluido su mandato. Desde el 1 de septiembre ocupa el cargo Luis Naranjo, quien hasta ahora había estado al frente de otro de los brazos solidarios de la Institución Marista, la Asociación Espiral Loranca. Ahí ocupó los últimos 10 años el cargo de director, que ahora asume en SED para continuar impulsando el trabajo y los resultados.
¿Quién es Luis Naranjo?
Mi nombre completo es Luis Francisco Naranjo Ramos y soy natural de Minas de Riotinto (Huelva). Estudié Magisterio en la especialidad de Educación Primaria en la Universidad de Sevilla, pero nunca llegué a ejercer dicha profesión en el ámbito de la educación formal más allá de las propias prácticas de la carrera.
En 2002 me vine a Madrid y comencé a trabajar como educador en el proyecto Espiral, una obra social que la provincia Marista Ibérica había comenzado en Fuenlabrada en el año 1997 y que más tarde se constituyó como la Asociación Espiral Loranca.
Durante 20 años he tenido la inmensa suerte de trabajar en Espiral. Los diez primeros lo hice principalmente combinando labores de profesor de formación básica en programas de cualificación profesional para jóvenes desescolarizados con tareas de educador con niños, niñas, y adolescentes. Durante varios años también fui coordinador del Centro de Formación que la entidad tiene en el municipio de Humanes de Madrid.
En los últimos diez años, a propuesta del Consejo Provincial de Ibérica, ejercí las funciones de director de la entidad. Durante esta etapa, desde el equipo directivo pudimos seguir desplegando nuevas acciones y proyectos, llegando a tener en la actualidad 5 centros sociales en la Comunidad de Madrid, tres dedicados a la atención de niños, niñas, adolescentes y dos a programas destinados a jóvenes y personas adultas, uno de ellos con especial atención a la mujer.
En Espiral he tenido la oportunidad de crecer y madurar como profesional y como persona. Pude descubrir mi vocación educadora marista y participar de algo que para mí ha sido mucho más que un trabajo, una familia, y eso me cambió la vida por completo. Todas las personas con las que he tenido la suerte de compartir el día a día durante esta etapa me han marcado de una u otra manera y de todas he podido aprender muchísimo, por lo que siempre les estaré agradecido.
La propuesta de dirigir SED me llegó por sorpresa, totalmente inesperada. Yo ya sabía que mi etapa como director en Espiral terminaba y estaba intentado ver cómo podía seguir aportando desde otros ámbitos a la entidad, pero desde Maristas me proponían el reto, el cual acepté con mucha ilusión a la vez que con incertidumbre.
Conozco en general el trabajo de SED porque desde Espiral se ha colaborado en muchas ocasiones, ya que ambas llevan en su ADN el compromiso social, la defensa y promoción de los derechos de la infancia y la identidad Marista. Pero SED, por su estructura, abarca mucho más, ya que al ser uno de sus principales ámbitos de misión la cooperación al desarrollo, sus múltiples proyectos se desarrollan en África y América Latina, así como en algunos países de Asia y Europa.
También conocía de antemano a prácticamente todo el equipo de SED Central y a muchas personas de las delegaciones regionales, lo cual me animaba mucho porque, tal y como está siendo, me siento muy acogido y acompañado en estos primeros compases, donde todo es nuevo y hay que ponerse al día con muchos temas. Así que eso facilita mucho la adaptación al cambio.
Además, ya estoy notando ese ambiente de familia que se respira, ese que tuve la suerte de vivir en Espiral y que veo que aquí también se siente. Personas comprometidas socialmente, solidarias de corazón y profesionales de vocación, que comparten la maravillosa misión de contribuir a hacer un mundo mejor y más justo, donde el trabajo en equipo es fundamental y la aportación de todos desde sus diversos ámbitos y realidades cotidianas es la base del éxito. No podría tener mejores compañeros y compañeras de viaje en esta nueva aventura que estoy comenzando.
Por todo ello, puedo decir que llego a SED deseando aportar mi granito de arena a la gran labor que se desarrolla desde hace 30 años. Tengo muchas ganas de aprender y conocer a fondo todo el trabajo que se hace a nivel de cooperación al desarrollo, incidencia política y social y voluntariado, ejes vertebrales de la misión de SED.
De una manera muy especial, me atraen los proyectos de cooperación, conocer que hay detrás de los datos y fotos de los proyectos que voy conociendo. Me ilusiona mucho el tener la oportunidad de poder llegar a visitarlos en persona y conocer de primera mano las necesidades que hay y todo el esfuerzo que se realiza desde las contrapartes y la propia ONG para contribuir al desarrollo local.
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