Viernes 20 de febrero. “La brecha que existe entre los más pobres y los más ricos en el mundo es considerable y está creciendo. Esta situación no sólo se da de un país a otro sino dentro del mismo país, incluso en el caso de muchos de los países más prósperos“. Es la denuncia que realiza Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidades, coincidiendo con el Día Mundial de la Justicia Social, que se conmemora hoy 20 de febrero.
Una fecha que se celebra con el fin de destacar el poder de la solidaridad mundial para promover oportunidades para todos. El Día Mundial de la Justicia Social apoya la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.
Para este 2015 la campaña de Naciones Unidas está enfocada en poner fin al trabajo forzoso. Una práctica que se presenta en diferentes formas, como la servidumbre por deudas, la trata de personas y otras formas modernas de esclavitud. Las víctimas son los más vulnerables como las mujeres y las niñas obligadas a ejercer la prostitución, las personas migrantes atrapados en la servidumbre por deudas y la explotación de los trabajadores/as agrícolas que mantienen en forma ilegal y les pagan poco o nada.
“Circunstancias como el lugar de nacimiento de una persona, su lugar de residencia o su género o grupo étnico no deben nunca determinar su nivel de ingresos ni las oportunidades que tenga para obtener educación de calidad, servicios de salud básicos, trabajo decente, alojamiento adecuado, acceso a agua potable, participación política o el derecho a vivir sin temor de sufrir amenazas de ser objeto de violencia, ni de experimentar violencia física real”.
Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidades