A ti. África te habla. Hablan sus tambores cuando resuenan por los caminos de tierra roja y cuentan cuentos mientras se acercan a la escuela de latón.
Los tambores hablan para inventar un mundo mágico al otro lado del imperio dominante, donde los de siempre roban los sueños del que es diferente. Esta vez no. Esta vez África tiene la palabra.
Los tambores hablan y cantan los proverbios de un África sabia, trayendo de nuevo a la vida las historias de la araña Anansi y de los animales, legítimos señores de la selva.
Resuenan los tambores «Tué, Tué Barima» y te dicen: somos los dueños del tiempo. Nuestro tiempo es el tiempo disecado, que se estira y que se encoge, que te hechiza, te lleva y te trae al mercado… te regala amaneceres y otras muchas cosas que no se compran.
Los tambores hablan de una vida distinta. Más honda. Hablan de hermanos de sangre unidos de por vida bajo el calor de la misma madre. Hablan de Mandela y de su corazón invicto, dueño de su propio destino.
Los tambores también gritan y lloran ante los cortejos interminables de tumbas en el mar de la vergüenza. Pero siguen resonando. No se resignan a enterrar los sueños.
Hablan de leyendas, mitos, historias sagradas… Pero en el fondo solo creen en el dios que viene del sur con sandalias y sombrero de mendigo.
El lugar donde los tambores hablan tiene algo que decirte. No importa tu credo ni tu signo político. No importa el color de tu piel, ni tu nacionalidad ni tu orientación sexual. Hombre o mujer, joven o viejo, rico o pobre, los tambores hablan para ti. Porque tienen sed de nuevos senderos, miradas distintas, de besos sinceros. Porque tienen sed de tierras sin dueño, sed de otras orillas, sed de un mundo nuevo.
Aureliano García, autor de las letras del disco-libro de SED ‘Los tambores hablan’