En julio, generalmente hace mucho calor en Alepo. Es el mes en el que muchos jóvenes participan en los campamentos de verano fuera de la ciudad. Todos los días, salen grupos de campistas hacia los lugares de excursión. Algunos van hacia las montañas, como Kessab, otros a Marmarita o Machta el Helou, en el Valle de los Cristianos. Quienes conocen estos lugares de Siria saben que a menudo hay niños y jóvenes que recorren los caminos de los pueblos, algunos caminando y otros acampando. Este verano, y los dos últimos años, estos caminos que habían estado abandonados durante los últimos 5 años por causa de la guerra, se han vuelto a llenar de un gran número de jóvenes. Pero todavía hay otros lugares adonde no pueden ir: las aldeas cristianas de la provincia de Idleb, como Knayeh, Yacoubieh y Ghassanieh, donde solo ha quedado una pequeña comunidad cristiana, muy reducida.
Aún hay mucha tensión en Siria
Aunque buena parte del país ha sido liberado y los medios de comunicación solo hablan de vez en cuando sobre Siria, todavía hay focos de gran tensión como la provincia de Idleb y el noreste del país.
El ejército sirio está luchando para liberar Idleb, una provincia en manos de al Nosra.
¿Podemos esperar que muy pronto, algún día, todas estas regiones sean liberadas? Deseamos que todos los territorios ocupados regresen a la soberanía siria.
Mientras tanto, sufrimos las consecuencias de un embargo y las sanciones occidentales que impiden la reconstrucción del país y la recuperación económica.
Los sirios se están empobreciendo cada vez más. El poder adquisitivo está disminuyendo.
Pienso en este hombre, que tiene más de 75 años, un exalumno marista, que se encuentra sin recursos económicos y dice: “Los pocos ahorros que tenía se han agotado. No me queda nada. No era pobre. Solía tener para vivir. Crecí en una familia de clase media con dignidad. ¡Ahora soy pobre!”.
Escasez … pobreza …miseria … no comer lo suficiente … no encontrar trabajo … la gente, que ha sufrido las atrocidades de la guerra, sigue pagando el precio por resistir y querer quedarse. Mientras escuchan a la gente, muchos creen que han tomado la decisión equivocada al no irse; sobre todo, cuando sus familiares o amigos, que emigraron a otros países y lograron adaptarse, describen su situación.
Y no ha terminado: en el horizonte, el miedo a una posible guerra que podría expandirse por toda la región del Medio Oriente persiste sin cesar.
Alepo quiere renacer
Algunos barrios de Alepo siguen siendo el blanco de bombas que a menudo causan víctimas civiles. Y a pesar de esto, Alepo quiere renacer de sus cenizas. Sus habitantes hacen todo lo posible para salir de la pobreza, para “elegir la vida”. No siempre es fácil. A menudo nos encontramos con madres de familias viudas, divorciadas o que no tienen noticias de sus maridos desaparecidos. Y tienen 3 o 4 hijos. La guerra ha pasado por sus hogares y no solo las ha obligado a mudarse de casa varias veces y vivir en barrios que no conocían, lejos de los suyos, sino que también las ha obligado a vivir en la miseria extrema. No quiero hacer una lista negra de todas las tragedias, pero esto es la terrible realidad.
Caminar por algunas calles de Alepo, ver gente fumando un narguile en un café, tener la impresión de una vida normal … Todo esto es real. Incluso ver una calle de un souks de Alepo completamente restaurado… con una nueva apariencia mientras mantiene el estilo antiguo … pero sin embargo, aún queda mucho por hacer, especialmente rehacer las vidas, rehacer la comunidad, recuperar la pertenencia y la ciudadanía. Queda por enseñar valores: abrirse a los demás, a los diferentes y respetarlos, resolver pacíficamente las diferencias y apoyar a los más desfavorecidos …
Los héroes del silencio
Hace dos meses, el programa “Pueblo de Dios” de la televisión española presentó en dos etapas la acción y la misión de los Maristas Azules. El equipo de televisión había pasado una semana con nosotros. La primera parte se tituló “Los héroes del silencio“.
¿Somos realmente “héroes”? ¿Qué silencio es este?
Casi 3 años después del final de los combates en la ciudad de Alepo, nuestra misión es cada vez más relevante. Estar al servicio de la población, especialmente de las personas más vulnerables.
Seguimos ayudando a los desplazados. Pagamos los alquileres de los centenares de familias que no pudieron regresar a sus hogares.
Atendemos al alcance de nuestras posibilidades de forma gratuita a los más pobres en los mejores hospitales de la ciudad.
Nuestro centro de educación para adultos, MIT, continúa brindando sesiones de capacitación, aprendizaje y apoyo psicológico.
Con el fin de crear oportunidades de trabajo y alentar a los jóvenes para que permanezcan en el país, el programa de Micro proyectos sigue capacitando a docenas de jóvenes sobre “Cómo iniciar un micro proyecto” y financia los micro proyectos que nuestro jurado selecciona.
El año escolar de los proyectos educativos para niños de 3 a 7 años (Aprendiendo a Crecer y Quiero Aprender) ha terminado y se han organizado algunas actividades de verano durante los meses de junio y julio. Las inscripciones para el próximo año muestran una demanda creciente que aún no podemos satisfacer, debido al espacio limitado que tenemos.
Campamento de desplazados “SHAHBA”
Continuamos apoyando a los desplazados de los campamentos de “SHAHBA”, a 25 kilómetros de Alepo. Vamos allá varias veces a la semana para educar a los niños y a los adolescentes, para acompañar a las madres y distribuir alimentos y productos de higiene. Hace poco, comenzamos un programa médico con visitas regulares de un ginecólogo y un internista, y entrega gratuita de los medicamentos requeridos.
Los jóvenes desplazados del campamento asistieron a las sesiones de capacitación vocacional, durante 5 meses (maquillaje y costura para las niñas, pintura de edificios y peluquería para los jóvenes). Los participantes recibieron un certificado de asistencia y una herramienta de trabajo correspondiente a la profesión que habían aprendido. Esperamos continuar capacitando a los jóvenes para sus futuras profesiones.
Nuestra biblioteca móvil del campamento cuenta con una gran cantidad de libros de lectura. Alentamos a todos los niños, incluso si no pueden leer, a pedir libros prestados. El libro se convierte en un amigo, una fuente de inspiración e imaginación, una oportunidad para aprender más rápido. Los jefes responsables de la biblioteca utilizan la pantalla instalada en la biblioteca para realizar actividades educativas a través de la proyección de películas o juegos de cultura general.
Al final del Ramadán, organizamos en el campamento una gran fiesta para las familias desplazadas, una feria infantil y distribuimos ropa nueva para todos.
Maristas azules
Heartmade (hecho con el corazón) recicla telas y ropa, que tendrán un nuevo aspecto. Hemos alquilado una nueva tienda. Se encuentra en una calle más comercial. Muy pronto será amueblada y esperamos poder abrirla a mediados de agosto.
El equipo de Seeds (semillas) está preparando un nuevo plan de acción para el próximo año. Ampliaremos el espacio de nuestra carpa para acoger a otros niños y jóvenes, y ofrecerles apoyo psicológico cada vez más avanzado.
Varios amigos vinieron a pasar un tiempo con nosotros y participaron en deferentes actividades educativas: Soumaya Hallak en las musicales, Diane Antakli de Baroudeurs de l’Espoir en las deportivas y Veronica Hurtubia participó en la segunda sesión de entrenamiento de resiliencia.
Los cursos de capacitación y desarrollo para mujeres tienen mucha acogida.
Las mujeres del proyecto “Cut and Sew” (Cortar y coser) terminaron la séptima sesión de aprendizaje. Están muy satisfechas.
“Drop of Milk” sigue distribuyendo leche a 3.000 niños cada mes.
Verano en Alepo
Este verano, y por primera vez, estamos organizando una estadía de una semana en Líbano para todo nuestro equipo de voluntarios de los Maristas Azules. De hecho, los Hermanos Maristas tienen una casa de verano en Faraya (Líbano). Estaremos allí desde el 5 de agosto hasta el 12. Será un tiempo de convivencia y descanso … Un tiempo de espiritualidad y descubrimiento del Líbano y, para otros será una oportunidad para encontrarse con sus familias, a quienes no han podido ver durante años.
Finalmente, comparto con ustedes este texto de Jean d’Ormesson en su libro “An Endless Hosanna”.
“Los cristianos no tienen derecho a quejarse, de hecho, ellos no se quejan. No solo no se les puede prohibir creer en un Dios creador del cielo y de la tierra, sino que también tienen la suerte de tener como modelo, bajo sus ojos, a un personaje a quien la existencia y el lugar en nuestra historia no pueden cuestionar: Jesús.
Al menos está permitido admirarlo y amarlo sin preguntar demasiado sobre su realidad. Si alguien ha dejado un rastro sorprendente en la mente de los hombres, ese es Cristo Jesús “.
¡Buenas vacaciones de verano!
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H. Georges SABE
Maristas Azules