Son muchas las personas en todo el mundo que todavía no tienen garantizado el acceso al agua potable y al saneamiento, valor principal del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6. En muchos casos la situación es crítica, especialmente entre las comunidades más vulnerables de los países en vías de desarrollo. Es el caso de Bouaké, en Costa de Marfil. Allí la situación sigue siendo crítica aunque en las últimas semanas se han podido hacer avances sustanciales gracias a la construcción y puesta en funcionamiento de un nuevo pozo.
La carencia de agua potable se ha agravado especialmente en el último año. Algunas zonas de la ciudad se venían sirviendo de antiguos pozos sin ningún tipo de control sanitario. Hay barrios de la ciudad, que sobrepasa el millón de habitantes, donde directamente no hay ningún punto de acceso al agua, lo que implica entre otras cosas, tensión entre los habitantes así como grandes desplazamientos.
En el barrio de la ZONNE, hacia el oeste de la ciudad, se encuentra la Parroquia Saint Marie. La comunidad cristiana de Bouaké, consciente de la situación límite que estaban viviendo, decidieron buscar una solución para el problema. Ahí es donde entra en juego la ONGD SED. El cura y el consejo parroquial prepararon un proyecto que hicieron llegar a nuestros técnicos y técnicas. Los hermanos maristas de la ciudad actuaron de intermediarios para que la colaboración fuera posible.
Tras revisar la documentación, el equipo de la ONGD se ocupó de formular el proyecto y conseguir la financiación de la Fundación Mutua Madrileña, gracias a la cual se ha podido afrontar los gastos de la realización y puesta en funcionamiento del pozo. Todavía no han concluido las obras, pero se preve que pueda dar servicio a una gran cantidad de personas, con lo que se ha convertido en la esperanza de todo el barrio.