¿Sabías que hay niñas que dejan de ir a la escuela cuando tienen la regla? En muchos países la menstruación sigue siendo un tabú. Esto unido a la pobreza y falta de material higiénico femenino hace que las niñas opten por quedarse en casa durante los días del periodo. Es decir, la menstruación deja sin ir a la escuela a miles de niñas.
En la zona del Lago Victoria, en Kenia, donde estamos presentes, realizamos en 2018 un taller participativo con jóvenes de 12 comunidades de entre 12 y 18 años que sacó a la luz el problema del abandono escolar de las niñas, sobre todo en el paso de primaria a secundaria. Empezamos a investigar realizando talleres y entrevistas con el alumnado, madres, padres, profesorado, organizaciones y autoridades locales. Entre las múltiples causas del abandono escolar de las niñas destacaron: mayor carga doméstica frente a los niños, explotación infantil, pobreza, embarazos y matrimonios precoces, SIDA y también la menstruación.
Los bajos recursos económicos de las familias impiden a las niñas disponer de compresas sanitarias en casa. Deben utilizar trapos u otros materiales que junto a la falta de agua y condiciones óptimas de saneamiento genera situaciones incomodas, además de posibles infecciones, por lo que deciden quedarse en casa. Es lo que denominan “PeriodPoverty” o “Pobreza de Periodo”. De esta forma, las niñas pueden perder una media de entre 4-5 días de colegio al mes, lo que a la larga perjudica su rendimiento académico y conlleva al abandono de los estudios.
Si van a la escuela con la regla, debido a la estigmatización y la falta de información en torno a la salud sexual y reproductiva, se sienten avergonzadas. A esto hay que sumar la falta de lugares para poder cambiarse de manera higiénica (solo el 32% de las escuelas rurales en Kenia cuentan con un lugar privado de saneamiento para que puedan cambiarse las compresas). Todo ello hace que tengan miedo de sufrir algún accidente por lo que no participan activamente en el aula, lo que también perjudica su aprendizaje.
Sin embargo, nuestra investigación mostró también centros educativos donde la tendencia es a la inversa con un número igualitario de niños y niñas en 7º y 8º de primaria, tasas reducidas de abandono escolar y un rendimiento académico igual o superior a sus compañeros. Es el caso del Colegio Primaria de Kiabuya, en HomaBay, donde cuentan con un programa para hacer frente al abandono escolar de las niñas. Su directora nos explicó este proyecto que contempla una estrategia de acompañamiento y reparto de compresas a las niñas que no tienen acceso a ellas. También dan charlas y talleres sobre educación sexual y empoderamiento. Además, en este centro hay un mayor número de profesoras que en otros, lo que sirve como un modelo positivo a seguir ya que las niñas tenían una falta de referentes femeninos. A través del acompañamiento, se les motiva para estudiar y soñar.
En Kenia ya hay un movimiento promovido por varias organizaciones y gobierno que va cogiendo fuerza para educar a la sociedad y evitar los mensajes negativos entorno a la regla y que las niñas y adolescentes estén empoderadas a través de la educación sexual y tengan acceso a material higiénico femenino. En 2017 se destinaron 5 millones de dólares al reparto de compresas, pero los fondos son insuficientes y no llegan a todas las escuelas, sobre todo las del ámbito rural.
Por esta razón, SED se suma a esta iniciativa y ha integrado en sus proyectos de promoción de la educación el reparto de compresas, educación sexual y empoderamiento para así garantizar una educación de calidad equitativa sin barreras para las niñas.
Miriam Lyle García | Técnica de proyectos ONGD SED