La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 sigue acaparando la actualidad de todo el mundo. Aunque parece que lentamente se están haciendo avances en España que permiten ver la luz al final del túnel, son ahora los países del sur con menos defensas frente al virus, los que hacen frente a unas consecuencias que pueden ser especialmente duras para los colectivos más vulnerables. Es el caso de Alepo, donde los Maristas Azules se han puesto manos a la obra.
Tras la dedicación y el trabajo que durante tanto tiempo llevan realizando los Maristas Azules en Alepo, su compromiso es incuestionable. Si ya la situación era dura en una zona de conflicto armado, la crisis sanitaria no ha hecho si no aumentar las necesidades de quienes ya habían perdido mucho, si no todo lo que tenían. Una de las acciones emprendidas por el grupo religioso, ha sido la del reparto de alimentos a quienes se han visto más afectados por el confinamiento en los barrios centrales y limítrofes de la ciudad.
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